Antes de salir corriendo a la tienda para comprar un temporizador, esperando que realice la tarea que deseas, es necesario identificar si en realidad es el dispositivo que requieres.
A grandes rasgos, existen dos tipos de productos para controlar el tiempo:
En futuras entradas de este blog los analizaremos con más detalle. Hoy solo mencionaremos que, como el nombre lo indica, son dispositivos que sirven para interrumpir un circuito eléctrico en días y horarios determinados.
Un ejemplo de aplicación sería el control de un timbre de escuela, el cual anuncia los cambios de clase en las horas programadas, únicamente de lunes a viernes.
Para estas situaciones, Finder ofrece la serie 12 – Interruptores horario, tanto digitales como analógicos.
¡Recuerda! Cuando la aplicación requiera el encendido y apagado de un circuito en días y horarios determinados, recurriremos al uso de interruptores horario.
Son dispositivos que permiten controlar el encendido o el apagado de un circuito durante un tiempo determinado.
El temporizador Finder puede trabajar en cualquier momento del día, cualquier día de la semana, solo con recibir la señal de mando.
Un ejemplo de aplicación es la apertura de una puerta automática. Sin importar la hora o el día, cada vez que una persona se acerca al detector, se envía una señal de mando al temporizador para abrir la puerta por un tiempo determinado.
¡Recuerda! Cuando necesites controlar un circuito por un intervalo definido, elegiremos un temporizador.
Ahora que estamos seguros de que necesitamos un temporizador, es momento de elegir la función temporizada.
Para esto, los fabricantes incluyen en sus manuales los famosos “diagramas de tiempo”, los cuales utilizamos para interpretar lo que hace cada función temporizada y así elegir la más adecuada para nuestro proceso.
Muchas personas se sienten intimidadas al ver estos diagramas. Principalmente por la cantidad de elementos que se muestran. Sin embargo, una vez que se comprende qué significa cada uno de los símbolos y la forma de interpretarlos, se convierten en una gran herramienta.
En el siguiente video te explico cómo interpretarlas usando como ejemplo las funciones On-delay y Off-delay.
Por último, pero no menos importante, debemos cuidar que la carga que se pretende controlar con el temporizador no dañe sus contactos. Para esto, los fabricantes indican en sus hojas de datos los diferentes tipos de cargas que se pueden conectar directamente al dispositivo.
Usemos como ejemplo al modelo 80.01.
La hoja de datos nos indica que este modelo cuenta con 1 contacto conmutado de 16 A y que la tensión nominal es 250 V AC. Sin embargo, esto no significa que se pueda conectar directamente un motor eléctrico de 16 A. En este caso en particular, recomendamos utilizar con motores monofásicos de 0.55 kW (¾ H.P.), siempre que la tensión de alimentación sea 230 V AC.
Esto se debe a la categoría de uso de los contactos.
De acuerdo con las normas EN 60947-4-1 y EN 60947-5-1, las cargas se pueden clasificar como: AC-1, AC-2, AC-3, DC-1, DC-13, etc.
Veamos la diferencia entre AC-1 y AC-3:
En situaciones en las que necesitemos controlar una corriente superior a la indicada en la hoja de datos, recurrimos a los circuitos de fuerza. De esta manera, el temporizador (que forma parte del circuito de control), permite el accionamiento de la bobina de un relevador o contactor. Ahora la conexión de la carga se realiza a través de los contactos del circuito de fuerza.
Con esta práctica nos aseguramos de prolongar la vida útil de los contactos del temporizador, a la vez que evitamos el paro frecuente del proceso para reemplazar una pieza dañada.
Ahora ya lo sabes. La próxima vez que requieras elegir un temporizador, recuerda estos tres puntos:
1. Tipo de dispositivo.
2. Función temporizada.
3. Circuito de fuerza.