Pero demos un paso atrás, ¿Cuál es la diferencia entre un sistema domótico y una casa inteligente?
Un sistema domótico generalmente se basa en una red troncal cableada que conecta las partes funcionales a través de un bus físico. Por tanto, los sistemas domóticos requieren técnicos especializados para su puesta en marcha. Estos sistemas cumplen con las normas UNI EN 15232 e ISO 52120.
En cambio, la casa inteligente se crea instalando dispositivos más similares a los tradicionales, como relés e interruptores que se conectan entre sí mediante sistemas de radiofrecuencia. De esta forma se evitan intervenciones invasivas y se consigue un nivel de funcionalidad muy alto para el tipo de sistema como control remoto, contabilidad de consumo y controles centralizados.
Por ejemplo: utilizando las funciones especiales del relé multifunción YESLY Tipo 13.22″ RI – Relé de impulso (control por pulsador)” o “RIa – Relé de impulso (control por tecla)”, es posible convertir un sistema de relé electromecánico tradicional en un sistema inteligente Integrado en el sistema YESLY comfort living, todo ello sin modificar el cableado.
Por el contrario, para crear un sistema domótico es necesario volcar el sistema eléctrico, aumentando considerablemente la complejidad y los costos por la instalación y programación con licencia de los equipos.
Sin duda entre las mejoras que aumentan el valor de una propiedad encontramos los sistemas inteligentes y la domótica. De hecho, en función de los dispositivos e integraciones instaladas, el valor de una vivienda puede aumentar hasta un 10%.
La norma CEI 64-8 ha definido unas pautas específicas para la implementación de sistemas domóticos y conectados para que sean seguros y cumplan con los estándares de seguridad.
Costos: implementar un sistema domótico en el hogar requiere una mayor inversión inicial derivada de la compra de la infraestructura tecnológica, costes laborales de instalación y precios por artículo que suelen ser más elevados. Transformar una casa en un hogar inteligente, sin embargo, tiene costes más accesibles ya que es posible instalar dispositivos inteligentes sin necesidad de romper paredes, encontrando diversas soluciones relativamente más económicas que satisfacen las necesidades básicas de un hogar inteligente.
Simplicidad: Los sistemas inteligentes tienden a ser más fáciles de usar y accesibles gracias a su integración nativa con dispositivos móviles y asistentes virtuales. En algunos casos, la interfaz para utilizar un sistema domótico es más compleja y menos intuitiva. Además, los sistemas inteligentes no requieren técnicos especializados para su puesta en marcha o mantenimiento.
Escalabilidad: la domótica suele ser un sistema complejo y articulado que requiere intervenciones masivas en los sistemas, mientras que las soluciones inteligentes ofrecen una mayor escalabilidad. Por ejemplo, es posible conectar inicialmente sólo algunos aspectos de tu vivienda (iluminación) para posteriormente integrar el resto (persianas, termorregulación, cerraduras, riego, etc.).
YESLY es el sistema de confort habitacional diseñado para gestionar las luces incluso en modo de regulación, así como las persianas y cerraduras eléctricas de la casa sin necesidad de obras de renovación invasivas, también gracias a los botones inalámbricos y al funcionamiento completo sin Internet.
Una solución que se puede aplicar tanto en una habitación, como en todo el hogar, según las necesidades.
BLISS es el termostato inteligente que te permite mantener siempre bajo control la temperatura y el consumo del hogar, estés donde estés, con la consiguiente optimización energética.
Controlado desde un smartphone o mediante los asistentes de voz Google Home y Amazon Alexa, ofrece diversas funciones como detección de humedad del ambiente, gestión basada en geolocalización, programación semanal y posibilidad de visualizar el historial de consumo.